Ser sacerdote (VI) - Honduras - La RIIAL - Los amigos

Tengo mucho que agradecer en ese proceso de la RIIAL a dos personas en especial: Iván Mairena y Justo López, ambos grandes amigos laicos con quienes compartí sueños, alegrías y pesares en ese proceso de ser pionero en Honduras (no precisamente a mi gusto ni buscado) en ese campo de la incorporación de las nuevas tecnologías a la tarea de evangelización de la Iglesia.

Iván falleció el año pasado (2006) y este es un testimonio al mundo de mi gratitud a él por lo mucho que aportó a mi ser personal y sacerdotal... ciertamente lloré su muerte y aún hoy le sigo encomendando en mis eucaristías, él era de de esas almas puras que sirven con tal generosidad y gratitud a Dios que raramente se encuentran personas así... era un soñador igual a mí, que creía que "no existen cosas imposibles sino hombres incapaces" y que me ayudó en todo lo que tenía que ver con la configuración teórica del proyecto de la Red Nacional y la implementación y mantenimiento del laboratorio de cómputo en el Seminario de Honduras... je,je,je... estábamos haciendo fila en un banco cuando comenzamos a generar ideas sobre la necesidad de que en la Iglesia trabajáramos el tema de las TICs y comenzamos allí a delinear el esbozo de lo que luego sería el proyecto... me acompañó en las buenas y en las malas, fue mi apoyo cuando mis hermanos sacerdotes no entendían de qué les estaba hablando y pensaban que yo estaba perdiendo el tiempo con cosas que nada tenían que ver con el seminario ni con la Iglesia... gracias a Dios lo entendieron con el tiempo al ver los resultados de mi tarea... pero mientras tanto tenía que aguantar los reproches, dardos y comentarios capciosos sobre mi trabajo y el tiempo libre que dedicaba a él.... fueron tiempos difíciles, hasta me dió una alergia por la presión.... las comidas eran un suplicio y por supuesto yo era el blanco de las risas en ellas.... en fin, los gajes del profetismo.... él me impulsó cuando mi ánimo flaqueaba, !GRACIAS Iván, allí en el seno del Padre lleguen mis oraciones por tí!

Justo fue mi asistente y colaborador en los 2 últimos años del proyecto (2005-2006). Ahora es el Referente RIIAL nacional y siguió adelante (y muy eficazmente!) con todos los proyectos que llevábamos adelante. Igual que Iván, fue y es aún mi amigo en las buenas y en las malas.... con él tuve que pasar la crisis de todo proyecto en su punto máximo de inversión: estábamos montando ya la red satelital, toda la logística estaba funcionando, teníamos ya organizadas a todas las instituciones en torno a la red y estábamos montando antenas en varios puntos del país, y como no falta el diablo que mete la pata para hacerlo a uno tropezar, apareció un ingeniero que pretendía sabérselas todas y que destrozó el proyecto con sus críticas... total, hizo tanto eco en la Conferencia Episcopal que terminaron por diseccionar el proyecto en la visión integral que estábamos manejando, se congelaron los componentes que estábamos trabajando paralelamente (red física, red eclesial, sistema de información eclesial (SIG), sistema de comunicación eclesial/ERP, formación informática para agentes pastorales) en los diversos niveles (nacional, diocesano, parroquial) y terminaron por cambiar el proyecto (por el bendito "no se puede"... aunque YA lo estábamos haciendo...) por una simple empresa de internet que al final fracasó junto con el famoso ingeniero... además de eso el famoso ingeniero estaba buscando pruebas de mal manejo de los fondos, de hecho el consejo que me dieron era que mejor le diera campo para evitar que me hiciera daño por algo que se inventara... y eso hice...

"Dios no castiga ni con palo ni con rejo".... en fin, por lo menos se dieron cuenta los obispos que las críticas del ingeniero eran infundadas y que había intenciones noc sanctas en lo que sucedió, y por otro lado, aprendí de prudencia, de paciencia (aunque confieso que me faltó en esa ocasión), de aceptación y de muuuuuucha humildad.... qué siempre me ha costado!. Justo estuvo ahí dándome ánimo cuando el obispo que me respaldaba y admiraba tanto en su criterio, se me "voltió" y sin escucharme en mis descargos y críticas a la forma en que el ingeniero estaba viendo las cosas, simplemente me abandonó a mi suerte.... ¡Cuánto dolió eso!... pero también eso me enseñó de darle el justo lugar a los afectos y admiraciones y a abandonarme en Dios... fue mi prueba de fuego a mi fe y amor a la Iglesia!.

Lo cierto es que me siento orgulloso de haber trabajado con Justo por el trabajo que ahora está haciendo (2006-2007), de contar con su amistad y confianza y de saber que tengo un amigo entrañable en la distancia a quien aprecio y admiro en su trabajo. !Gracias Justo!.

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